sábado, 26 de abril de 2008

1 DE MAYO: TODOS A LA PLAZA!


Dijimos que la "pelea entre capitalistas" la terminaría pagando el pueblo.
No nos hemos equivocado.
El choque entre la patronal agraria y aquellas que apoyan al gobierno no solamente ha acentuado la inflación: está en camino una nueva devaluación del peso, como lo muestra la salida de dólares y la fuga de capitales de los últimos días.
Este ‘golpe de mercado', pero con la complicidad del gobierno, apunta a ‘contentar' a los dos sectores capitalistas: reforzar la necesidad fiscal del gobierno para pagar la deuda y reforzar, simultáneamente, la rentabilidad de la agro-exportación.
Este ‘golpe de mercado' manda al diablo los techos salariales que la burocracia oficialista de los sindicatos ha pactado con las patronales bajo la vigilancia del gobierno.
Vuelve a plantear el tema de los salarios y de las jubilaciones, el tema de la carestía alimentaria y de la pobreza, el tema de la educación y de la vivienda.
La agenda de la mayoría nacional no son las retenciones del campo o el ‘superávit fiscal' del kirchnerismo: esa agenda son las condiciones de vida y de trabajo de las masas.
La agenda son las luchas violentamente reprimidas por la policía del gobierno, como ha ocurrido esta semana con Maffisa y hace poco con el Casino.
Son las luchas como las de los mineros de Aguilar, en Jujuy, o de Sierra Grande, donde la superexplotación acompaña el monto de beneficios más alto de la historia para los pulpos mineros.
Contra el nuevo saqueo devaluacionista planteamos:
*Reapertura de las paritarias con delegados electos por la base.
*Salarios y jubilaciones móviles con el costo de vida.
*Nacionalización de los bancos y de las AFJP, bajo control de los trabajadores
*Nacionalización de los pulpos agrarios, de los puertos privatizados y del comercio exterior; defensa de los campesinos contra las expulsiones de las sojeras.
*Solidaridad con las luchas obreras de todo el mundo.
*Viva la rebelión del hambre en Haití, fuera las tropas ocupantes de los Kirchner, los Tabaré, los Lula y los Uribe.

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